Uno de los nuevos nombres de la
historieta e ilustración argentina, Decur (Guillermo Decurgez), se está
haciendo notar también a este lado de la cordillera. A través de su blog (decur.blogspot.com) o de las revistas
digitales Orsai y Bonete no han ido llegando noticias de su mundo delicadamente
pintado y poblado de detalles, un espacio que no está lejos de de la pintura
del Bosco y Dalí, que fascina con su aire de tienda de antigüedades y sus
personajes de sueño.
Para quienes ya lo conocían, y
para aquellos que lo conocerán, su primer libro, Merci ($9.500, Ediciones de la
Flor), será todo un deleite. Tal como esos antiguos escritorios que tanto le
gusta dibujar, el libro de Decur está lleno de pequeños cajones secretos, donde
se pueden encontrar miniaturas, juguetes olvidados, mariposas, sombreros, ballenas
o señores de mazapán. Luego de recorrer su colección de maravillas, no se puede
decir otra cosa que “Merci, monsieur Decur”.
por Claudio Aguilera A.
Socio fundador de PLOP! Galería
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