En la larga y fructífera historia
de la ilustración latinoamericana no son escasos los autores que han
desarrollado una obra fecunda, de riqueza expresiva y desbordante talento
técnico. Sin embargo, son menos aquellos que, además de poseer estas
características, han sido un aporte al desarrollo integral de la disciplina, a
su difusión fuera de nuestras fronteras y a su consolidación en tanto práctica
y discurso.
El ilustrador, diseñador y editor
argentino Diego Bianki es sin duda uno de ellos. A lo largo de su carrera ha
demostrado una enorme coherencia al trazar un camino en el que la ilustración
es ante todo un modo de comunicación que se nutre de un arsenal de técnicas y
soportes en constante renovación y obliga a sus autores a evitar la seguridad
de la forma aprendida para buscar siempre un nuevo límite que cruzar.
Desde el grafismo callejero y
espontáneo de los años de Lápiz Japonés a los coloridos trazos de un libro como
Abecedario, pasando por la resignificación de etiquetas, boletos y otros
papeles fútiles que atesora en sus croqueras y toman nueva vida en títulos como
Candombe y Buenos Aires, o el uso de la fotografía en Con la cabeza en las
nubes, de cajas recicladas y pintadas que sirven para hablar de inclusión y
diferencia en Rompecabezas, de tipografías magnificadas y trozos de revistas
descontextualizadas para sus colaboraciones con la prensa, Bianki experimenta
sin fatigarse y se apropia de los elementos que lo rodean para descubrir nuevas
maneras de llegar -y nutrir- al lector.
Por Claudio Aguilera
Para saber más
Página persona de Diego Bianki: www.diegobianki.com
Sitio de Pequeño Editor: www.pequenoeditor.com
Una extensa entrevista sobre uno de los temas recurrentes de
Bianki: el carnaval. Aquí.
El arte desarma tu cabeza, una actividad creada por Diego
Bianki que ha reunido en más de una decena de ciudades latinoamericanas a
ilustradores y niños. Aquí.
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