Mundo Pomelo

Pomelo es un elefante rosado y pequeño que vive bajo un diente de dragón y que, como todo elefante pequeño y rosado que vive bajo un diente de dragón, se pregunta cosas. Cosas bastante profundas. Tan profundas y definitivas como las que se preguntan los niños.

En los distintos libros de la serie, escrita por Ramona Badescu e ilustrada por Benjamin Chaud, Pomelo se pregunta ¿qué pasará por la cabeza de las hormigas cuando caminan al hormiguero? ¿Por qué los tomates son rojos? ¿Por qué los nabos son nabos?  Interrogantes que toman un cariz casi metafísico cuando se pregunta por la esencia de sí mismo y los temores los asaltan: ¿qué pasaría si se volviera de otro color? ¿o si la siguiente página lo aplasta? y por último ¿quién decide lo que pasa en el huerto y en este libro?

Y es que en el mundo de Pomelo los miedos son tan reales como la tortuga Gantok, o la papa que habla un idioma raro, por solo nombrar a algunos de los demás habitantes del huerto. El pequeño elefante le teme a la oscuridad, a que sus amigos lo ignoren y al mundo que queda más allá del huerto. Pero mitad existencialista y mitad ingenuo, siempre se las arregla para seguir con su vida a pesar de la falta de certezas que lo acompañan tanto a él como a los niños y adultos que disfrutan con sus historias.

El secreto del pequeño elefante rosado: le pasa lo mismo que a todo el mundo y se pregunta las mismas cosas que todos nos preguntamos alguna vez. La infancia aparece como el tiempo de las preguntas. Preguntas que se irán afinando si tenemos suerte o que se olvidarán, si no la tenemos, durante la vida adulta.

¿Hay algo más serio y profundo que un niño preguntando por sí mismo y por el mundo?  Tal vez no lo hay y Pomelo con su piel rosada está ahí para recordarnos esa verdad tan grande como su pequeño huerto.

Por María José Ferrada 

Escritora, autora de El lenguaje de las cosas (Editorial El Jinete Azul), 

Un baile diminuto (Das Kapital Ediciones) y Un mundo raro (Kalandraka Editora).

Título: Pomelo al otro lado del huerto

Texto: Ramona Bâdescu

Ilustrador: Benjamín Chaud

Editorial: Kókinos